Existen lugares en los que las personas conseguimos sacar
todo lo que llevamos dentro, dar lo mejor de nosotros mismos.
Rincones que hacemos como "algo nuestro", buscando
tranquilidad y paz, diversión y entretenimiento.
Sitios que consideramos como nuestra segunda casa, sacando
tiempo siempre para volver a ir.
Hace ya ochos años que visité por primera vez este
espectacular lugar, donde desarrollé mis comienzos sobre un kayak en el curso
de iniciación.
Un sitio que me ha visto crecer y madurar como persona,
dándome la oportunidad de mostrarlo a infinidad de gente, y poder enseñar sus
rincones más fascinantes, así como la práctica del piragüismo.
Sin duda, una de las mejores decisiones que he tomado a lo
largo de mi vida, decantarme por este deporte, en este paisaje.
Decisión, a la que no le pongo un futuro final, no existe.